Financiación de litigios
En los últimos tiempos, la financiación de litigios ha evolucionado hasta convertirse en un sistema cada vez más popular entre las empresas, puesto que les permite presentar demandas que, de otro modo, se guardarían en un cajón debido al elevado coste de intentar alcanzar un acuerdo a través de un proceso formal de resolución de disputas (arbitraje, juicio o pacto).
¿Qué es la financiación de litigios?
La financiación de litigios, también conocida como «financiación jurídica» o «financiación externa», consiste en financiar a una de las partes de un litigio a cambio de un porcentaje de los beneficios conseguidos por el litigante. Esto permite a dicha parte someterse a un juicio o arbitraje sin necesidad de pagar directamente por ello, ya sea debido a dificultades comerciales o si prefiere emplear la liquidez para otras inversiones.
La financiación de litigios ofrece:
- Un medio muy valioso de acceso a la justicia para aquellos demandantes que quizás no dispongan de los fondos necesarios.
- Una herramienta de financiación rentable para los demandantes.
Ventajas de la financiación de litigios
La ventaja más significativa para la parte financiada probablemente sea la posibilidad de eliminar cualquier riesgo financiero derivado de la presentación de una demanda, a cambio de un porcentaje en los beneficios obtenidos.
Además, algunos financiadores, sobre todo aquellos que cuentan con abogados con experiencia, están en disposición de ofrecer un asesoramiento fundamentado acerca del fondo del asunto para efectuar recomendaciones eficaces sobre qué abogados y consultores son los más aptos para afrontar el caso.